¿Qué es la productividad personal?

No existe un método que defina qué es la productividad personal es lo primero que hay que tener claro.

Ser productivos es aprovechar las horas de trabajo, esforzarse y sacar lo mejor de uno mismo para no solo conseguir un objetivo sino para obtenerlo de la forma más óptima y con la mínima cantidad de errores posibles.

¿Cómo se consigue esto? Como se ha expuesto al comienzo de la lectura, no hay unos pasos a seguir hagan que uno cambie su forma de ser y se vuelva más productivo de la noche a la mañana. Sin embargo, si puedes llevar a cabo una serie de acciones que, con paciencia y dedicación, conseguirá que, poco a poco, mejore tu rendimiento en las horas de trabajo.

 

Organización del tiempo como factor imprescindible

En donde más se nota la falta de productividad es en la realización de aquellas tareas que no te gustan. Siempre decides dejarlas para más tarde utilizando excusas que rara vez tienen fundamento. Y, cuando ya no te queda más remedio que ponerte a ello, te distraes fácilmente con las redes sociales o generándote minutos de descanso que se alargan más de lo necesario.

Tienes que asegurarte que el tiempo que le dediques a la realización de tu trabajo o de tus estudios no debe estar condicionado negativamente por ningún otro elemento externo, ¿cómo se consigue esto? Obligándote.

 

Crea y rediseña tu propio calendario

Colócate delante de un calendario y descubre cuáles son las horas en las que te es más fácil trabajar. Hay personas que se mantienen activas durante la mañana y, después de la hora de comer, su productividad decae. A otras no les gusta madrugar o sus ritmos de vida les obliga a mantenerse despiertos por la noche.

La hora no importa, lo que es fundamental es que te establezcas la rutina acorde al resto de tu vida y te enfoques únicamente a trabajar o a estudiar durante el horario elegido. Al principio costará pero después, poniendo un esfuerzo extra por tu parte, conseguirás que se vuelva una parte más de ti.

Es similar al hecho de ir al gimnasio, lo que más nos cuenta es empezar, arrancar. Una vez que esto se ha conseguido solo es cuestión de dejarlo fluir e ir viendo cómo nuestro cuerpo se va adaptando a ese ritmo.

 

¿Qué se debe hacer para empezar a obtener una rutina?

La respuesta a esta pregunta es sencilla: debes alejar cualquier distracción en las horas de trabajo y centrarte únicamente en una sola labor.

Al principio, la tentativa de mirar el móvil y leer las redes sociales con la finalidad de descansar, es muy repentina y estos tiempos de descanso se alargan indefinidamente.

También, la saturación de información recibida a la hora de abarcar varios trabajos a la vez es uno de los peores aliados contra la rutina laboral. Cuando uno se centra en una sola cosa, será mucho más capaz de desarrollar un buen trabajo y cuando se es consciente de que se ha realizado de la forma correcta y óptima, las ganas de trabajar aumentan.

Debes realizar un gran esfuerzo para proponerte no distraerte con ningún elemento externo hasta que finalices la tarea a la que te estés dedicando.

 

Empieza ahora

Este proceso es largo y costoso, deberás esforzarte y ser paciente. Por ello, no lo dejes para más tarde y comienza ahora a planear tu calendario y la forma en la que vas a estructurar tu trabajo. Puedes añadir música a tu jornada laboral si esto te ayuda a concentrarte.